Cosmo Gonik nos recibe con una sonrisa de oreja a oreja mientras escuchamos de fondo una canción en francés. Caminamos por el pasillo y nos encontramos con un cráneo de caballo con un gorro de pluma y flores. Y siguiendo hasta el fondo, nos topamos con un living luminoso, pulcro, lleno de estilo. Y de cráneos dorados.
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Los busca en el campo o se los compra a misteriosos taxidermistas. Después les tira spray y los pone en la mesa, en la pared o en la entrada. La muerte se vuelve algo lúdico y sagrado. Quizás psicomágico.
Después de siete años en Francia, Cosmo llegó a este delicioso departamento-con-jardín de Pedro de Valdivia Norte. Botó muros, remodeló la cocina y decidió que el blanco era el color que dominaría en un espacio cargado de recuerdos de allá y de acá. El reciclaje, los objetos de diseño y uno que otro mueble del homecenter conviven en un lugar en el que se respira el arte, la música, y el aire parisino…
Todas las fotos por Juanita Alliende.
Todo lo que es arte, que hariamos sin el arte , sin la pared blanca, sin las ideas?
Cosmo sabe!!!!
Ke filete su casaaaa….muy linda y luminosaaa… nunca pense en los craneos como decoración, excelente idea!
Y bueno…. tambien me gusto el dueño de la casa!!! jaja
que buena observación, el dueño de la casa!!!! Monumentallll..jajaja
Jajajaja concuerdo plenamente con ustedes!
GUAPO y buen gusto, quién lo diría. Una paradoja.