Estos son algunos de esos pequeños errores que podrías estar cometiendo cuando limpias tu casa y que, una vez que los arregles, podrían ayudarte a estar menos expuesto a resfriados, alergias y enfermedades. Así de a a poco disfrutarás más de los olores, el aire y los pajaritos cantando.
Y tú, ¿haces algunos de estos errores?
1. Olvidarse de que el polvo está ahí
Sacudir el polvo cuando eres alérgico es lo peor, ya que puede dejarte vulnerable a un ataque de alergia. Pero, por otra parte, si postergas limpiar cada semana, aumentará la cantidad de bichos y pelusas en el aire ambiente. Compra una mascarilla para usar mientras lo haces y comprométete a sacudir el polvo al menos 3 veces a la semana.
2. Aspirar las alfombras, pero no los tapices
Aspira después de sacudir el polvo, pero no te olvides de las superficies que hay entre el piso y la alfombra, es decir, tus muebles tapizados. A los ácaros del polvo les encanta vivir ahí, así que asegúrate de limpiarlo, ya que quizás lo has tenido olvidado.
3. Ducharte en la mañana y no cuando llegas
Cuando andas en la calle o afuera de tu casa durante la temporada de polen, el polen se instala en la ropa y el pelo. La mejor práctica es sacarse la ropa cuando entras y ducharte lo más pronto que puedas. De lo contrario, no solo continuarás respirando el polen que se te ha pegado, sino que también irás dejando en los muebles y la cama.
4. No usar ropa de cama para alérgicos
No hay un mejor hogar para los ácaros que tu cama, donde es cálido y húmedo con un suministro constante de células de la piel y del cuerpo (su comida favorita). La ropa de cama anti-alérgica evita que los ácaros del polvo se queden en las almohadas y el colchón, y se escapen hacia la zona de respiración.
5. Lavar la la ropa de cama en agua que no está lo suficientemente caliente
Si tienes alergias, necesitas lavar tu ropa de cama con frecuencia, pero esto no es suficiente. Para matar los ácaros del polvo, debes lavarlas en agua que esté al menos de 60 grados para arriba.
6. Permitir que el aire se vuelva demasiado seco o demasiado húmedo
El aire que está demasiado seco hace que muchos alérgenos como la caspa de mascotas y el polvo se vuelvan más fáciles de transportar en el aire. Además, el aire seco irrita los conductos nasales y las membranas mucosas que ya están reaccionando a los alérgenos, lo que empeora tus síntomas de alergia. Por otro lado, el aire demasiado húmedo permite que los ácaros del polvo abunden, ya que viven de la humedad ambiental.
7. Andar con zapatos por toda la casa
Si sufres de alergias estacionales, debes reconsiderar esta práctica. El polen pegajoso se adhiere a tus zapatos y, al usarlos en toda la casa, los repartes por toda tu zona de respiración. Sácatelos en la puerta y todo irá bien 😉
8. No cambiar los filtros de aire regularmente
Por lo general, los filtros de aire deben cambiarse cada tres meses. Sin embargo, si tienes mascotas, deberás cambiarlos más a menudo. Y si tiene alergias, especialmente durante la temporada de polen, debes intentar cambiar los filtros con más frecuencia, cada 20 a 45 días.