No es manía, no es obsesión. Es simplemente una idea que está empezando a surgir en todo el mundo como una respuesta al exceso de branding y packaging de las cosas que consumimos. Si miramos bien a nuestro alrededor, es fácil darse cuenta que la mayoría de nuestros estantes de cocina, baño, cajones y armarios están llenos de cajas, frascos y bolsas de productos con un montón de etiquetas con diseños chillones que crean un desorden visual masivo. La solución es fácil: basta con quitar las etiquetas de los artículos que compramos o obtener un conjunto de frascos de vidrio y botellas bonitas, y colocar todo en ellos – desde la harina hasta los cosméticos y productos para el baño. Es sorprendente lo mucho más limpia y fresca que sentirás tu casa después! Porque ya hay demasiada publicidad allá afuera como para seguir teniéndola acá adentro, o no?
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