Lo bueno de la decoración de interiores, al menos para mí, es que nos permite recrear recuerdos, sueños y deseos en ambientes que nos reconfortan. Por eso cuando vi esta imagen inmediatamente pensé y, si cierro los ojos puedo sentir, cómo es lindo dejar entrar el sol por puertas y ventanas, y si hay una brisa fresca, mejor todavía. Flores frescas del jardín nos recuerdan cómo somos uno con la naturaleza y la inspiración náutica me hace recordar las lindas tardes que ya pasamos en nuestro velero en Paraty. No veo la hora de llevar mi pequeño hijito Santiago para disfrutar del sol y una suave brisa.
[Foto de Skonahem]