Siempre me pregunto esto. Mientras más cosas ofrece el mercado, más chicas son nuestras cocinas. Por eso le pedí a mi más experto amigo en cocina, Santi Sahli, que nos ayudara con una lista de las cosas que realmente necesitamos en nuestra cocina. Les recomiendo seguir su instagram para más datos y recetas de-li-cio-sas, es @sansabor

Para el buen cocinar, ya sea para el día a día, o para lucirse con invitados, para mí hay dos grupos de cosas que no pueden faltar; los de primera necesidad, aquellos que de verdad creo influirán en el sabor de tus comidas, y los bien llamados chiches (o caprichos les dirán algunos). Tenerlos a mano te ayuda a hacer esas recetas que encontraste en internet y que se te hacen inalcanzables, o también aquellas de creación propia y que necesitan una buena sacada de brillo.

Primera necesidad, o mejores amigos.

Lo más importante, y un poco obvio casi; un buen par de cuchillos. No es necesario que te compres uno muy caro, los baratos funcionan bien, pero por un tiempo limitado. Así que bien si lo cambias cada cierto tiempo, aunque considera que a largo plazo vas a gastar la misma cantidad de plata que comprando uno bueno (págalo en cuotas!). Yo tengo varios, pero mis preferidos son 3; el de chef, uno chico y uno de cerámica. Una recomendación para prolongar la vida: lávalos con agua fría y con la parte suave de la esponja, y evita dejarlo en el montón de cubiertos sucios en el lavaplatos.

Molinillo de pimienta: La pimienta fresca es la base para la buena sazón, en mi cocina no hay olla que no se salve de esa aromática lluvia. Atento con los muy baratos, se echan a perder rápido, se trancan o les sale muy poca pimienta. Si tienes la oportunidad de probarlo antes de comprar, fíjate si el giro es suave y trata de sentir la vibración en las manos de cómo la pimienta se muele. No te deslumbres con esos eléctricos o sobrediseñados, entre más complejo el mecanismo, más fácil es que se rompa.

 

Olla de greda: Si no tienes, ya tienes panorama para este sábado… Pomaire! La mejor propiedad de la greda es que reparte de manera pareja el calor, y no lo concentra sólo donde está el quemador. Son la papa para pucheros de porotos o para una carne mechada. Lo otro es que se pueden meter al horno, entonces no tienes que usar una olla para sofreír un Valdiviano y después pasarlo a una fuente para hornear. Recuerda que antes de usarla por primera vez hay que curarla (básicamente sellarla con grasa, para que no se trice), hay varias formas y todas estan en la web. Si no te da para el paseo, en www.grd.cl venden unas preciosas.

Creo que no hay día en que no use la Mini-pimer. Tengo la que tiene 2 herramientas; el brazo que licúa, perfecto para las sopas de invierno o un jugo en verano, y la moledora 1-2-3, que en un segundo te ayuda para la masa de un cheesecake hecha con galletas, o para moler unas almendras para cubrir una ensalada.

 

Chiches, o los amigos para la fiesta

Sartén de fierro: Será tu tesoro si pasas más tiempo en la cocina que viendo tele. Tiene las mismas propiedades que las mencionadas en la olla de greda y son perfectos para la clásica Tarte Tatin, la perfección hecha azúcar para esta época. Aparte dan cualquier estilo a la cocina, sobre todo si los tienes colgados. Dan ganas de ser coleccionista. Estos chiches no se lavan… sí, no te asustes. Se limpian con toalla nova y se deja que se vayan cubriendo con una capa de grasa. Si no, es más fácil que pasado un tiempo se oxiden con la humedad que suele haber en la cocina.

Los potes cerámicos para horno se me transformaron en costumbre. Son buenísimos para el día a día.  Un poco de choclo, mezclado con huevo y queso y pum, al horno 10 minutos. Convienen también para postres individuales, ese toque de elegancia para cuando van los suegros a comer.

Si hay debilidad por el azúcar en algún integrante de la casa, ten un buen set de moldes. Yo tengo 3; uno rectangular para un clásico queque de media tarde, uno para muffins y uno desmontable. Este último también sirve para una linda quiche.

Ya que hablamos de azúcar, si te estás iniciando en la repostería, donde la rigurosidad es clave, sería bien vergonzoso si no tuvieras instrumentos para medir. Tazas y cucharas para medir. Y una pesa por qué no. Si está ese soufflé que no hay caso que te resulte, ahí puede estar la solución. También es muy importante tener un buen batidor de mano, y no sólo para lo dulce ah… para una mayo casera, marca un antes y un después. Y si te gusta mucho batir, no puedo dejar de mencionar el lujo de los lujos: la Kitchen Aid, esa hermosa batidora de pedestal que le sube el pelo a cualquier cocina. Es impactante como te ayuda a sacar adelante un banquete en una tarde.

Dejando de lado el lujo y volviendo un poco a lo análogo, tres objetos que ya de antes sabes bien que debes tener; el mortero, porque puedes moler la sal de mar mezclada con alguna hierbita fresca y por su belleza. Un buen colador metálico para separar un caldo que quedó de un cocimiento lleno de pedazos de verduras o espinas de pescado. O pasar por el cedazo las lentejas. Con un uslero no necesitas una máquina para hacer una lasaña de pasta fresca, y te puede ayudar a descargar una rabia guardada azotanto unos bistecs para que queden blandos.

No quiero que se me quede en el tintero la siguiente pregunta: ¿Tienes la despensa llena de paquetes hasta la mitad de harina, tallarines, azúcar, amarrados con un elástico o un perrito para la ropa? Sigo… ¿te han aparecido alguna vez unas larvas de polilla flotando en la olla con arroz? ¡Partiste a comprar frascos herméticos!  Si no quieres gastar mucho, compra de los conserveros grandes (en el centro hay baratos, como en Cristalería La Paz)

Finalmente, instala en tu celular una de las tantas apps para conversión de unidades. Siempre hay recetas que te pillan con una abreviación rara. También este sitio http://www.convert-me.com/es/convert/cooking/ está buenísimo porque puedes convertir según un ingrediente en particular.

Me olvidé de algún amigo? Comparte el tuyo.