La cocina americana es una tendencia que cada vez más reúne seguidores. No se trata de un estilo característico de la construcción chilena, aunque de a poquito, estamos descubriendo sus ventajas y todo apunta a que llegó para quedarse. Sus diseños frescos y su incuestionable funcionalidad son argumentos importantes para que triunfe, sobre todo para quienes viven en departamentos.
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El comedor como lugar de transición
La idea del «Open Concept» consiste en que los espacios comunes del hogar como: cocina, living y comedor; estén comunicados, abiertos y sin muros para favorecer el desplazamiento de las personan que viven ahí. En este tipo de distribución, lo habitual es que el comedor quede entre la cocina y el living, como lugar de transición. Esto es importante, ya que a nivel decorativo, nos servirá para diferenciar ambientes aun estando conectados.
Una barra como único elemento separador
Según su distribución y construcción, la cocina americana puede quedar más o menos abierta al living-comedor, algunas incluso dando lugar a la categoría de cocinas semi abiertas. Pero un modo común de separar este ambiente del resto es colocando una barra con taburetes. Estos elementos cumplen con varias funciones: cocina con isla, lugar para almorzar, cocinar y preparar
Distribución en «L» o en «U»
Muchas cocinas americanas fueron diseñadas con distribuciones en forma de ‘L’ o ‘U’. Esta configuración es un modo de separar sutilmente la cocina del living-comedor y de utilizar los medios-muros como superficie de trabajo. De algún modo, encierra y acota el espacio de la cocina, lo cual supone una nueva alternativa para quienes aún son reacios a las cocinas completamente abiertas.
Una barrera de vidrio
Entre las cocinas americanas con distribuciones en ‘L’ o en ‘U’ existe la posibilidad de separar la cocina del living mediante unas sencillas vidrieras a modo de barrera, aunque sea parcialmente. La inquietud por cerrar la cocina, puede ser una necesidad para hartas personas.
Cocina abierta lateralmente
En esta cocina, la apertura al living-comedor se observa exclusivamente por uno de los laterales. Es una distribución más atípica, a buen seguro creada a partir de los muros ya existentes en la vivienda, pero no deja de ser una solución ideal para quienes no están del todo convencidos de abrir la cocina al living. De esta forma, estará claramente abierta, pero no expuesta por completo.
Medios muros o vidrio como elemento divisor
Otro tip para abrir la cocina al living-comedor consiste en crear una separación dividida entre ladrillos y vidrio al 50%, como observamos en la imagen superior. Así, conseguiremos una división ligera, manteniendo prácticamente la misma continuidad visual que tendríamos sin la existencia de este muro.
Jugar con distintos niveles
Entre las distintas opciones para diseñar una cocina abierta al living-comedor, encontramos una realmente interesante: consiste en crear distintos niveles. Es decir, elevar la cocina respecto al nivel del piso del living-comedor o viceversa. De este modo, lograrás tener una cocina americana, pero con espacios diferenciados. Esta separación se podría reforzar instalando un piso distinto en la cocina, por ejemplo.
Separar con puertas correderas de vidrio
Las puertas correderas de vidrio son otra forma de tener una cocina abierta al living-comedor. Igual te permiten conservar parte de la esencia de una cocina tradicionalmente cerrada con muros. Es decir, gracias a las vidrieras obtendrás la deseada continuidad visual, pero con la posibilidad de cerrar la cocina cuando lo desees, como por ejemplo, para mantener los olores en ella.
Puertas de vidrio y abatibles
Es una idea similar al punto anterior, solo que las puertas de vidrio, en lugar de ser correderas, son abatibles. Se gana mayor continuidad visual y se conserva la opción de cerrar la cocina si es necesario.
Como integrar los espacios
Unificar 3 espacios diferentes, con distintas funciones, en uno solo implica que debemos reflexionar más sobre cómo amoblar y decorar nuestro «3 en 1». Si decoramos cada ambiente como si fueran espacios divididas por muros, podemos generar un ambiente discordante. Sin embargo, si lo decoramos como si fuera un sola pieza, integraremos los espacios y todo fluirá mejor. Una forma de integrar esos ambientes es mediante el color de los muros, pisos y muebles.