La combinación de colores es fundamental en decoración de interiores, si en la columna anterior conocimos la importancia de los pigmentos en las pinturas que ocupamos, hoy declaramos que la clave para lograr un espacio cromáticamente logrado se basa, fundamentalmente, en la adecuada composición de colores.
Para hacer una elección segura sugiero recurrir a una herramienta esencial y de uso frecuente por diseñadores y decoradores: la rueda de color o círculo cromático, un dispositivo concéntrico que nos permite entrenar el ojo y seleccionar combinaciones exitosas.
El modelo tradicional de coloración con los tres colores primarios rojo, amarillo y azul fue descubierto en el siglo XVII y desde entonces se han elaborado muchas re interpretaciones, como el de Moses Harris que en 1766 elaboró un círculo cromático de 18 colores basándose en el modelo inicial, pero incluyendo una mayor gama de tonos al añadir los derivados claros y oscuros.
Según el modelo tradicional, los colores pigmento opuestos son:
El azul es el color opuesto al naranja.
El rojo es el color opuesto al verde.
El amarillo es el color opuesto al violeta.
Y así sucesivamente con todos los colores.
Dato importante a tener en cuenta: los colores cálidos como el rojo, el amarillo y el anaranjado, entre otros, se suelen ubicar al lado derecho del círculo cromático, mientras que los colores fríos como el azul, el verde, el verde azulado, etc. se encuentran al lado izquierdo del círculo.
El modo de uso de la rueda de color, es muy sencillo y depende del estilo cromático que se quiera lograr en el espacio:
Para lograr un ambiente contrastado:
Se deben seleccionar dos colores opuestos de la rueda, por ejemplo azul y amarillo, estos son colores complementarios, por lo tanto son tonos ideales para intensificarse entre sí y crear una decoración muy estimulante.
Para lograr un ambiente armónico:
Se deben utilizar dos o tres colores próximos en la rueda de color, por ejemplo: verde, verde azulado y azul. Estos son muy cercanos y pueden resultar relajantes incluso con la inclusión de tonos neutros o acentos dorados.
Para lograr un ambiente monocromo:
Se debe usar solo una misma gama de matices de un mismo color (rosa, rosa claro y rosa oscuro) produce sensación de continuidad y control del espacio.
Si bien estos esquemas son los básicos y más recomendados, se pueden crear combinaciones personales en base a los colores que más nos gusten, mi sugerencia es no despegarse de esta herramienta circular validada por la historia del diseño.
Para la historia del círculo cromático, contada por Print Magazine:
http://www.printmag.com/design-inspiration/the-wondrous-color-wheel-part-1/
Para descargar el círculo cromático de Moses Harris:
http://oblivionseeker.tumblr.com/post/4406764088/moses-harris-the-natural-system-of-colour-1766
Lo máximo en color aplicado a decoración por estos días:
http://www.designersguild.com