1. Tener todo ordenado y categorizado: Lo primero es que esté lo más despejado posible. No tengo tanto espacio como me gustaría, por ejemplo, me encantaría tener la impresora en otra parte y no arriba del escritorio, pero por lo mismo la tengo en una esquina para que no moleste tanto. Además es super bueno tener todo categorizado, ideal en cajones separados y si tienen nombres mucho mejor! Los washi tapes están en un cajón, al igual que todos los materiales de scrapbook, los lápices los tengo en un mismo lugar y ordenado según el uso (ideal en cada porta lápices o mugs separado). Este orden te ayuda para tener claro donde están los materiales y para que el espacio de trabajo esté lo más limpio posible.

2. Elementos funcionales: Además de estar ordenado, es importante estar cómoda. Una buena silla o un buen cojín es clave. Para mi un ventilador para el verano y alguna cosita dulces nunca está demás :). También tengo un calendario y un reloj para no esta tan desorientada, y la impresora siempre conectada.

3. Elementos emocionales: Me encanta tener cosas que me acuerden de cosas que me gustan, me inspiran y me dan energía. Tengo una pizarra mitad corcho y mitad pizarra para poner y anotar cosas que me gustan. Tengo fotos, recuerdos de viajes, cosas que me motivan y que cada cierto tiempo me gusta verlas e irlas cambiando. Las frases inspiracionales también son una buena idea!

4. Compartir el espacio: Si tienes que compartir tu lugar de trabajo con tu pareja, hermano, hijo o amigo, tratar de que los muebles combinen y hacer un ambiente grato. Yo lo comparto con mi hija (aunque pocas veces logramos trabajar al mismo tiempo). Nos compramos las mismas sillas, y su mesa es blanca igual que mi escritorio.

Esto puede ser servir para tu casa o para tu lugar de trabajo. Más que mal estamos varias horas sentados frente al computador y nada mejor que tener un lindo lugar donde nos sintamos cómodos y felices. Así que motívate a renovar tu escritorio y partir con buena vibra este año 🙂