La directora de la revista Cosmopolitan nos muestra su estiloso escritorio, lleno de lindos objetos de viajes, flores de la temporada y su dinosario favorito.

Recuerda que esta sección es abierta al público. Si quieres enviar tu escritorio envíanos un mail a contacto@depto51.cl

Vitrinea en La Librería de nuestra tienda 🙂

Dinos tu nombre y en qué trabajas:
Ignacia Uribe, directora editorial de la revista Cosmopolitan.

¿Cómo armaste tu escritorio?
Justo cuando empecé a trabajar acá me tocaron un par de viajes de trabajo a Buenos Aires y Nueva York; allá aproveché de comprar algunas cosas entretenidas porque amo los objetos de diseño funcionales. El resto han sido regalos, como la caja rosada Chanel que venía con cremas y que hoy ocupo para guardar maquillaje (que en general no me pinto mucho, pero a veces por pega tengo que ir a eventos en la noche y esta cajita me salva de pasar por mi casa). En cada viaje de trabajo me compro un lápiz o algo entretenido que me recuerde que la vida está allá afuera, pero también acá adentro.

¿Cuáles son tus objetos favoritos y por qué?
Además de esa caja rosada de maquillaje, tengo una crema de manos Burt´s Bees con olor a almendras que uso diariamente, y un pequeñísimo Ganesha que mi amiga Sole Hott (directora de la revista Seventeen) me dejó al lado del computador justo antes de que llegara a trabajar acá. Ese dios hindú, con cuerpo humano y cabeza de elefante, representa la superación de obstáculos, la sabiduría, las artes y las ciencias, ¡así que es perfecto para tenerlo en el escritorio! No soy para nada religiosa en el sentido tradicional, pero tengo una fascinación de hace años por las culturas orientales y las religiones como el budismo y el hinduismo. Mi otro objeto favorito es un Triceratop de plástico: nadie entiende que en un escritorio donde se supone deberían haber puras cosas llenas de glamour Cosmo, haya un juguete infantil, jajaja. Fue un regalo que me hicieron hace unos años y me encanta: los Triceratops son mis dinosaurios favoritos porque además de ser los más lindos, eran vegetarianos (¡como yo!) y uno de los pocos capaces de enfrentarse a los Rex.

Termina la oración: Mi escritorio del computador es…
Un lugar lleno de cientos de pequeños objetos de colores que conviven en un pequeño caos. O sea, una extensión de mi cabeza.