Días atrás fui a una feria de diseño y me enamoré de estas sillas para niños con forma de casita, galpón, castillo y, mi preferida, de fábrica. Una pena que era sólo una feria porque me dieron ganas de cargar una sillita bajo el brazo y traérsela a Santi para jugar al llegar de la escuela. Me gusta mucho la mezcla de bonito, divertido, diferente y más aún hecho por jóvenes con buenas ideas. Fui a buscar más información en el sitio de Minúsculos y vi que son productos locales pero que venden globalmente. Y para los que son buenos con la manos, dejan abierta la posibilidad de solicitar los planos vía Creative Commons. ¡Muy buena idea! Y los chicos, ¡a jugar!