En el pintoresco barrio de Palermo, entre el solcito que se filtra por los árboles y las bicisendas de paseo que conducen a negocios y cafés de todo tipo, se alza un portal inmenso acompañado por un pequeño cartel negro que invita a pasar a “Paul French Gallery”.
Ya desde la puerta sorprenden las vías del tren que asoman hacia el exterior, transportando un pequeño carro de madera que cada día se insinúa en la vereda, lleno de flores y variadas cosas lindísimas que invitan al suspenso del peatón que frena, mira y ve un profundo pasillo.
Un pasito más y ya estamos allí, caminando por las vías en el corredor descubierto que nos conduce mágicamente entre montones de macetas, plantas y flores de colores hasta el patio central donde la energía vegetal se extiende y la buena energía invita a suspender el tiempo y olvidar la calle que quedó atrás.
Junto al patio, un galpón enorme recuperado y diseñado por Pablo Chiappori contiene hermosos productos de decoración de interiores que conviven con objetos de deseo de todo tipo. Allí, la sensación y la buena energía dan ganas de pasar a mirar, aunque estés solo, aunque estés apurado.
Cada paso, cada movimiento que se da ahí dentro es lento, minucioso, como un detective sintonizado con una vibra silenciosa y relajante que camina para no perder de vista ninguna de sus maravillas. Muebles macizos, cristales, agendas, bicicletas, prendas súper especiales, objetos de papelería y mantas de lana, entre muchas otras cosas que cada semana se suman y cambian para seguir sorprendiendo.
“Paul es una experiencia, es transitar un espacio donde todas las sensaciones y los climas generan una atmósfera para el relax. Paul es un modo de vida. Una forma de disfrutar espacios, fragancias, sonidos, géneros y objetos”, tal cual lo relatan sus dueños.
Ellos confiesan que el espacio está inspirado en objetos que tienen sentido y que está dedicado a aquellas personas que no se conforman con lo que la sociedad impone, sino que buscan la manera de hacer realidad lo que se alborota en sus fantasías.
Además, con este proyecto buscan revalorizar la mano de obra argentina. Por ello es que utilizan materiales autóctonos para lograr un estilo rustico en el que se fusionan y amalgaman variados colores de la naturaleza generando un espacio simple y natural.
Paul, sin duda es un lugar para descubrir y encontrarse con muchas sensaciones nuevas. Si estás por Palermo Viejo y querés disfrutar de un espacio mágico, sin duda, este es “el” lugar. En Gorriti 4865. www.pauldeco.com
Bonus track: Hace pocas semanas, la pastelería Decata instaló un pequeño kiosco diseñado en chapa negra con inscripciones hechas a mano en el invernadero y el hermosísimo patio repleto de plantas y flores que también están a la venta. Consiste en un microemprendimiento gastronómico que tiene cinco mesas y algunos taburetes. La carta es muy cortita, pero el corazón gigante: Sirven café y cosas dulces.
Gracias por hacerme conocer este lugar!!! Es para enamorarseeee