Me encanta cuando veo formas fáciles de imprimir un toque de estilo y personalidad a la decoración de un ambiente. Usar letras gigantes es una de esas formas. Apoyadas en muebles, en una biblioteca, en la pared o en almohadones. Letras sueltas o formando palabras. Coloridas, en blanco y negro o de metal con luces (¡lindas, parecen de parque de diversiones!). Podemos darle un significado y así saber por qué están ahí: para recordarnos algo, para homenajear alguien. O simplemente elegir al azar y entonces jugar a ver quién de nuestros amigos inventa la mejor historia que le de significado a esas letras. Yo las usaría coloridas y las elegiría para significar algo, para contar algo sobre mi familia y mi casa, ¿y vos?