Esta casa en Paris es un ejemplo de un hogar armado con el alma. Un lugar donde se vive, se trabaja, se toca música, se come, se colecciona, se juega y se duerme. Un lugar donde los recuerdos están por todas partes formando un caos armónico y estético. Sus dueños confiesan no sentirse atraídos en lo absoluto por el diseño sino que prefieren las obras de artesanos y carpinteros «de las excepciones». Sin duda, una declaración de principios que se nota en cada rincón de esta casa.
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que hermoso!!!