Siempre que termina un año y parte otro hay muchas emociones dando vueltas. Ese día es un buen momento para reflexionar, pensar qué hicimos bien, qué hicimos mal, y que podemos mejorar. Para mí el 31 es una mezcla de nervio y ansiedad por el nuevo año, pero también con melancolía por lo que dejamos atrás. Me gustaría hacer un recuento de todos los momentos lindos que viví, pero ya no me acuerdo de todos! Por eso, se me ocurrió para el 2016, hacer un jarrito de lindos recuerdos que voy a partir llenándo el 1 de Enero.

Empieza el 2016 con un frasco vacío (yo usé este de la tienda) y a medida que vayan pasando los días, semanas y meses cada vez que te pase algo bueno, algo lindo o un momento que quieras recordar, escríbelo en un papelito y lo guardas en tu jarrito. Para el 31 de diciembre del 2016 lo abres y vas a recordar todos esos buenos momentos que viviste el año que estás dejando.

Además de agradecer por todo lo lindo que viviste, seguro vas a leer cosas que ni te acordabas que habías pasado y que te habían sacado más de una sonrisa 🙂